El Neolítico fue una verdadera revolución porque el asentamiento y el desarrollo de la agricultura hicieron que las sociedades crecieran, se volvieran más complejas y contaran con un excedente alimenticio, es decir, la producción de alimentos sobrepasó las necesidades de consumo. El conjunto de transformaciones a las que dio inicio la revolución del Neolítico culminó en el surgimiento de la civilización.
Una población muy numerosa, una sociedad más compleja y una capacidad creciente para producir alimentos y otros artículos, sumado a cambios en las formas de entender el mundo, concluyó en la aparición de las características centrales que los historiadores atribuyen a la civilización:
- Construcción de ciudades que incluían grandes edificios.
- Invención del Estado, dirigido por un grupo de la sociedad que se diferenció del resto.
- Sistematización de un conjunto de creencias que justificaron el nuevo ordenamiento político y social.
- Capacidad de los gobernantes de dirigir la construcción de grandes obras de regadío y de otros tipos.
- Invención de la escritura.
- Desarrollo del comercio a distancia, en base a una gran capacidad de producir excedentes.
- Especialización de la población en distintos tipos de tareas.
- Elaboración de conocimientos en distintos ámbitos, entre los que destacaban la matemática y la astronomía; entre otras.
LA ESPECIALIZACIÓN
La especialización de la población en distintas labores se llama división social del trabajo. Tales trabajos fueron cada vez más especializados. Así:
- Unos producían alimentos en el campo.
- Algunos trabajaban levantando o dirigiendo obras arquitectónicas en las ciudades.
- Otros se dedicaban al comercio.
- Los más poderosos, gobernaban, administraban justicia o se dedicaban a labores religiosas como el caso de los sacerdotes.
Tal diversificación de sectores sociales se puede graficar en una pirámide estratificada, en la cual a medida que se desciende de la cúspide, aumenta la cantidad de población y disminuye el poder y la riqueza de quienes pertenecen a cada grupo social.
Beneficios Para El Jefe y El Círculo Gobernante
A cambio de sus servicios, el jefe y el círculo gobernante recibían parte de lo que producían los demás y así acumulaban bienes. Estos eran almacenados, se redistribuían a las familias en caso de escasez y se utilizaban para realizar obras al servicio de la comunidad (con ellos se mantenía a las personas mientras trabajaban en las obras). De ese modo el jefe y su círculo aumentaban su prestigio y poder. El camino a la civilización estaba preparado.
TENER CLARO QUE:
El desarrollo de la agricultura logrado con la revolución neolítica, significó pasar a un modo de vida sedentario, que permitió el aumento de la población, la producción de excedentes agrícolas y, por lo tanto, el intercambio comercial y la formación de ciudades con miles de habitantes. Las sociedades se hicieron cada vez más complejas, así como sus formas de organización que dieron paso a la formación de los Estados, compuestos por nuevos funcionarios y autoridades encargadas de dirigir la comunidad y administrar la actividad económica. El desarrollo de la escritura y el establecimiento de leyes para regular la convivencia, son algunos de los logros de las primeras civilizaciones, de los que aún somos deudores.
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